Vaciar
Vivimos en una sociedad de consumo, y somos consumidores de muchas
cosas. En los espacios, a menudo en nuestro hogar, solemos acumular todo tipo
de objetos. Muchos de ellos apenas los utilizamos o hace mucho tiempo que ni los
tocamos. Cargamos con ellos y esto de alguna manera puede afectarnos. No
importa qué grande sea nuestra casa, nosotros la llenamos hasta los topes
Todo esto es como quien lleva una mochila llena de piedras, nos pesa y
nos dificulta seguir nuestro camino
Vaciar supone en muchos casos liberarnos de objetos que no
necesitamos y que a menudo están
vinculados a situaciones que ya no queremos en nuestra Vida. ¿Para qué guardamos
ese jersei que no nos gusta y que nunca nos pondremos y que además nos lo
regaló “la pesada” de la tía Enriqueta?
Desprenderse de él puede permitir que otra persona que sí le guste y
no tenga vínculo emocional lo haga servir.Suele sentirse como una liberación y
además se posibilita crear huecos que otros nuevos objetos de utilidad y de más afinidad pueden llenar. Siempre con la recomendación de no llegar al
completo, mantener espacios vacíos favorece nuevas posibilidades en la Vida
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