Electrosmog en el dormitorio
Además de las radiaciones naturales presentes en un lugar que pueden influir en nuestro descanso y salud de las cuales hemos hablado en varias entradas de este blog, existen las radiaciones generadas por el hombre que conocemos como electrosmog. Las radiaciones generadas por los cableados eléctricos, aparatos y motores, transformadores, inalámbricos, wiffis, teléfonos móviles.... crean un "caldo de cultivo" que nos rodea y puede afectar a nuestra salud.
Como ya sabemos es el dormitorio el lugar más importante a considerar en un espacio. Es cuando dormimos cuando somos más vulnerables a los efectos de las radiaciones y es por ello que hemos de extremar las precauciones.
Lo más importante a proteger es la cabecera de la cama porque nuestro cerebro es probablemente el órgano al que más le pueden afectar las radiaciones ambientales. Muchas veces la primera fuente de radiacion es la propia pared donde se apoya la cabeza, por ahí pasan cables que inducen campos eléctricos. Como precaución es bueno separar la cama de la pared unos 20 centrímetos.
Otra fuente habitual son los pequeños transformadores de radio-relojes y cargadores de batería. Estos generan campo magnético y el consejo es distanciarlos unos 70-90 centímetros de cabeza y cuerpo. Lo mismo para ordenadores y televisión.
Por lo que hace referencia a los inalámbricos es mejor no tenerlos en el dormitorio. Y desconectar al ir a dormir el wiffi.
Siguiendo estos consejos se solucionan el 90% de los casos de electrosmog en el dormitorio. En ocasiones pueden haber otros focos de radiación externos como líneas de alta tensión, transformadores de calle o antenas de telefonía móvil, en estos casos la solución puede ser la colocación de cortinas con apantallamiento en la.s ventana.s.
Como ya sabemos es el dormitorio el lugar más importante a considerar en un espacio. Es cuando dormimos cuando somos más vulnerables a los efectos de las radiaciones y es por ello que hemos de extremar las precauciones.
Lo más importante a proteger es la cabecera de la cama porque nuestro cerebro es probablemente el órgano al que más le pueden afectar las radiaciones ambientales. Muchas veces la primera fuente de radiacion es la propia pared donde se apoya la cabeza, por ahí pasan cables que inducen campos eléctricos. Como precaución es bueno separar la cama de la pared unos 20 centrímetos.
Otra fuente habitual son los pequeños transformadores de radio-relojes y cargadores de batería. Estos generan campo magnético y el consejo es distanciarlos unos 70-90 centímetros de cabeza y cuerpo. Lo mismo para ordenadores y televisión.
Por lo que hace referencia a los inalámbricos es mejor no tenerlos en el dormitorio. Y desconectar al ir a dormir el wiffi.
Siguiendo estos consejos se solucionan el 90% de los casos de electrosmog en el dormitorio. En ocasiones pueden haber otros focos de radiación externos como líneas de alta tensión, transformadores de calle o antenas de telefonía móvil, en estos casos la solución puede ser la colocación de cortinas con apantallamiento en la.s ventana.s.
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