El recibidor, la primera impresión
Cuando sentimos la armonía de un lugar, una estancia básica en nuestra percepción es el recibidor. Este configura nuestra primera impresión y nos condiciona para nuestra sensación espacial global.
Más allá de su tamaño y de su necesaria utilidad (guardar llaves, abrigos, cascos de moto…) el consejo es atender a su decoración vital. Sería conveniente que el recibidor reflejara cómo son las personas que viven en el hogar; unas fotografías de familia, un objeto que tiene que ver con alguna afición… Y a la vez transmitiera la fuerza de la Naturaleza con su vitalidad, como por ejemplo una fotografía de un paisaje, unas velas simbolizando fuego o un objeto cerámico simbolizando tierra.
De todas las paredes la que más se aconseja realzar es la que está frente a la entrada porque al acceder al hogar es esa la primera impresión al entrar.
Se aconseja también que el timbre tenga un sonido armónico que guste. También es recomendable un móvil de sonido en la puerta de entrada.Y la alfombra de entrada es favorable que sea grande y de motivos vitales y colores alegres.
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