Honrar la Naturaleza
Un hábitat armónico se crea fundamentalmente a base de elementos naturales. Todo aquello que refleje la Naturaleza favorece nuestro necesario vínculo con ella. Desgraciadamente hoy en día muchos de nosotros vivimos en entornos urbanos que nos aíslan demasiado de la Naturaleza, algunos llegan incluso a olvidarse de que existe. De ahí que sea muy necesario compensar esta desconexión Esencial especialmente en estos entornos mediante árboles, plantas, animales, flores, agua, fuego, tierra, piedras, hojas, materiales naturales como la madera, fotografías y cuadros de paisajes....
Las cinco energías Naturales, sus características y los cinco sentidos humanos
En el Vastu indú se definen cinco energías como las cinco energías Naturales que nos rodean y que forman parte de nuestro Ser, estas cinco energías también se conocen como los cinco elementos y son distintos de los cinco elementos de mutación del Feng Shui.
Las cinco energías han de estar presentes en abundancia en un espacio o en un entorno para que este se sienta Armónico.
Cada uno de ellas se asocia a un sentido humano. Éter y Aire son más “espirituales” y las otras tres: Fuego, Tierra y Agua son más “físicos”.
Eter o Espacio
Es el sustrato de las otras cuatro, impregna el Universo entero, es la condensación del vacío primordial, de la Nada. Puede considerarse como la energía espiritual que lo gobierna todo, lo que no se ve pero puede sentirse.
El sentido humano asociado es el oído.
Se simboliza con vistas del Espacio.
En un espacio se honra con representaciones del Espacio o si es posible teniendo un patio abierto al Cielo. También honramos esta poderosa energía creando sonidos placenteros en nuestro espacio.
Aire
Rodea la Tierra y es el vehículo de la energía vital. Tiene una gran fuerza, es capaz de derribar árboles y estructuras. Es junto al éter el aliento espiritual de la Vida.
El sentido humano asociado es el tacto.
Se simboliza con vistas de nuestra atmósfera o con elementos movidos por aire.
En un espacio se honra con una buena ventilación, objetos móviles y texturas agradables.
Fuego
Es el calor y la luz que hacen posible la Vida en la Tierra, un fragmento de Sol. También es la energía que quema lo viejo produciendo cenizas, la energía que purifica aunque puede dañar. El fuego se alimenta de lo sólido (la Tierra) y se aviva con el viento (Aire).
El sentido humano asociado es la vista.
Se simboliza con elementos naturales como el Sol, un volcán en erupción, velas, y en general luces y fuentes de calor.
En un espacio se honra con una buena iluminación y vistas agradables.
Agua
Está presente en la Tierra bajo tres formas sólida (hielo), líquida (agua), y gaseosa (vapor), formas de transformación cíclica. Y prácticamente es mayoritaria en todos los organismos vivos. Es portadora de la memoria genética. El agua es símbolo de purificación e iniciación. El agua fecunda la Tierra y fluye sobre ella y también en sus entrañas. El Agua es Vida.
El sentido humano asociado es el gusto
Se simboliza con cualquier representación que se vea agua (río, mar, lago, nieve, lluvia, aquario...).
En un espacio se honra con una buena instalación de agua corriente y si es posible con alguna fuente, estanque o aquario.
Tierra
Es la materia de nuestro planeta, es la forma y el suelo sólido sobre el que funcionan agua, fuego y aire. Se nos ofrece para nuestro disfrute: es la montaña, el valle, el campo, el árbol, las plantas, los seres vivos, las rocas, las piedras...
El sentido humano asociado es el olfato.
Se simboliza con objetos cerámicos, piedras o plantas con tierra. O cualquier representación de montañas, valles, campos...
En un espacio se honra con aromas placenteros y materiales naturales (cerámica, madera, piedra...).
Sobre estas energías Raimon Pannikkar dice:
Éter y Aire
Tiene que haber Aire para que la piedra sea escuchada, pero yo debo estar en silencio si quiero oir. El Aire (aliento, Espíritu) y el Éter (Nada, vacío) son la cuarta dimensión que trasciende la vigilia, el sueño y el dormir. Son aquello que no se ve, pero que puede sentirse y que, a veces, incluso arranca árboles y alberga una enorme fuerza en su interior
Agua
La transformación que sufre el Agua (de muerte y resurrección; en vapor,nieve y de nuevo agua) le permite seguir fecundando la Tierra. El agua es símbolo de la iniciación: purifica, fluye, está en polaridad con el fuego, proviene de fuentes y ríos, pero también de lo alto y de las profundidades de la Tierra. El Agua es Vida.
Fuego
El Fuego quema lo viejo y se expande por doquier. Purifica, pero también hiere. El Fuego consume, se enfurece, destruye. Convierte las cosas en cenizas que el viento esparce. El Fuego se alimenta de aquello que le da la Vida.
Tierra
La Tierra es el suelo sólido. Ella es lo que está fijo, se despliega ante nosotros, se nos da, es la base de la que procede Todo lo demás. El árbol sagrado, la roca santa, el pilar, el cubo, la montaña central, etc..., son símbolos cosmológicos que centran, fijan y orientan al hombre hacia lo Supremo, la totalidad divina, el Uno.
Conclusión
Al reflejar en un ambiente las cinco energías de la Naturaleza, la honramos y a la vez nos honramos a nosotros como seres integrados en ella.
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